También conocido como cuarzo amarillo o cuarzo naranja, el citrino se ha utilizado desde el siglo V a.C como una piedra energética para atraer la alegría, la autoestima y la prosperidad. Es por ello que se solía usar para intentar transformar los pensamientos negativos derivados del miedo y la ansiedad en sentimientos mucho más positivos y calmados.
El nombre de esta piedra viene de la palabra francesa citron (muy parecida a la española cítrico), que significa limón, por su tonalidad parecida a la de la fruta.
En conjunto todas las propiedades del citrino son muy favorables para combatir algunos problemas de ansiedad que tienen las personas, sobre todo con el uso de la meditación y la relajación.
Representa la fuerza solar y está relacionado con la creatividad y la prosperidad, con lo que suele usarse para activar y emprender ideas y proyectos. Favorece la asimilación, tanto a nivel físico y nutritivo como a nivel emocional y espiritual. Ayuda a activar la vitalidad, a desarrollar la voluntad, la capacidad de tomar decisiones y la intuición.